miércoles, 26 de enero de 2011

not a child


Hay situaciones determinadas en las que me es difícil no ponerme a la altura de los niños. Sobre todo cuando los niños son desconocidos y peleadores. Peor aún si pelean a los míos. Me sube una suerte de bronca desenfrenada, sale la cara de loca que se pregunta: ¿dónde esta la madre de este chico?, y quien sabe que puede pasar.
Yo sé que uno debe utilizar las inteligencia adulta, pero confieso que a veces es complicado.
También noto que tengo este extraño imán con las niñas de cuatro años en adelante, preguntonas, demandantes. En general si una chiquita queda al cuidado de su abuela en el club, y la abuela se la pasa toda la tarde tejiendo, esa chiquita, indefectiblemente, se me anexa toda la tarde. Me pregunta todo lo posible acerca de mi vida y la de mis hijos, me cuenta de la suya.
Cuando las veo venir, como conozco este imán, no entablo ningún tipo de conversación ni respuesta. Ni trato de ser amigable. La experiencia me doto con esta intuición, en este caso verdaderamente inútil, porque no hay nada que aleje a estas niñas de cuestionarme sin cesar.
Yo hablo mucho, a mi me gusta hablar, decir pavadas, debatir cosas sin sentido y según EK, con mi luna en géminis, la palabra es un refugio, y etc,etc.
Me pregunto si lo que realmente me molesta no sera un reflejo a la que estas niñas me enfrentan.

miércoles, 19 de enero de 2011

Paul Cézanne


Hoy abrí la pagina de google y me encontré con esta belleza de cuadro que me alegró la mañana, resulta que hoy es el 172º cumpleaños de Paul Cézanne, quiero compartir y rendir homenaje.

lunes, 17 de enero de 2011

tolerance in abundance


Las vacaciones infantiles son un momento para respirar profundo, llenarse de paciencia y tolerancia y saber que hay un largo camino por recorrer hasta marzo.
Sabiendo que aun así,a veces no es suficiente,elijo como siempre el escape mental, a través de recreos literarios.
Leí "El sueño del celta" de Mario Vargas LLosa. A pesar de ser un libro muy duro, la historia es atrapante y siempre es valido volver a conocer datos históricos. En este caso el mal trato a los indígenas en el Congo Belga, época de Alfonso 2do. y en Putumayo.
Fuera de la trama, es interesante el miedo que tantas veces sufre el personaje, Roger Casement, de contagiarse de la maldad que él cree no tener , de tanto convivir con otros que sí la tienen, y en entornos donde es el único lenguaje posible. Es tal el horror de las cosas que atestigua día tras día, durante años, que teme perder la cordura, y no distinguir el bien del mal.
A través de la historia, hay tantos ejemplos del contagio de la maldad entre unos y otros, en tantos casos. Pero es la primera vez que pienso en primer persona, como Casement, si es posible algo semejante. Hasta donde tiene que llegar la locura para uno perder el sentido del bien.
Ahora estoy leyendo "La sociedad de la nieve", la historia de los sobrevivientes de la catástrofe en los Andes, en 1972, y veo el caso opuesto. Como en situaciones extremas, lo que se contagió y los hizo sobrevivir fue el amor total. Hablan de la apertura de la cuarta pared, la espiritual. La perdida total del ego y la noción de igualdad entre ellos. También del cuidado y medida de las propias fuerzas.
No se porque me llegaron dos historias tan fuertes una atrás de la otra y porque las seguí leyendo a pesar de lo torturantes que me resultaron, creo que un poco para probarme que puedo leer algo semejante, por años creí no ser capaz.
Lo que mas creo, es que nada es por casualidad.