miércoles, 26 de enero de 2011

not a child


Hay situaciones determinadas en las que me es difícil no ponerme a la altura de los niños. Sobre todo cuando los niños son desconocidos y peleadores. Peor aún si pelean a los míos. Me sube una suerte de bronca desenfrenada, sale la cara de loca que se pregunta: ¿dónde esta la madre de este chico?, y quien sabe que puede pasar.
Yo sé que uno debe utilizar las inteligencia adulta, pero confieso que a veces es complicado.
También noto que tengo este extraño imán con las niñas de cuatro años en adelante, preguntonas, demandantes. En general si una chiquita queda al cuidado de su abuela en el club, y la abuela se la pasa toda la tarde tejiendo, esa chiquita, indefectiblemente, se me anexa toda la tarde. Me pregunta todo lo posible acerca de mi vida y la de mis hijos, me cuenta de la suya.
Cuando las veo venir, como conozco este imán, no entablo ningún tipo de conversación ni respuesta. Ni trato de ser amigable. La experiencia me doto con esta intuición, en este caso verdaderamente inútil, porque no hay nada que aleje a estas niñas de cuestionarme sin cesar.
Yo hablo mucho, a mi me gusta hablar, decir pavadas, debatir cosas sin sentido y según EK, con mi luna en géminis, la palabra es un refugio, y etc,etc.
Me pregunto si lo que realmente me molesta no sera un reflejo a la que estas niñas me enfrentan.