jueves, 25 de noviembre de 2010

coffee


Todavía no son las once y ya tomé tres cafés. Estoy sacudiendome del acelere. Evidentemente me había olvidado el poder de la cafeína por un rato.
Que curioso los costados rarísimos que puede confortar un rico café. Incomprensible la fuerza que tiene la companía de esa taza.
Aunque Nietzsche dijo, con gran verdad, "no beber café(ofusca). Té sólo por la mañana, poco y muy cargado", soy fan del café, y del té.
Creo que gracias al descafeinado no estoy ofuscada todo el día.

No hay comentarios: